martes, 20 de octubre de 2020

Perdón

Qué fácil es hacer daño, y que difícil es arreglarlo..
A veces no somos conscientes del daño que hacen nuestras palabras, nuestros gestos.. 
No sabemos a ciencia cierta como recibe el otro nuestras ideas y expresiones.. 
Cuando arrugas un papel, aunque intentes devolverlo a su estado original, siempre le quedan secuelas.. Es importante pensar antes de actuar, ya que los corazones son como ese papel.. Irreparables. 
Que bueno es llegar al momento en el que haces tu propio ejercicio y reconoces tus errores.. Es de las mejores sensaciones que se puede tener, te sientes liberado, aliviado, sin pesos.. 
No todo el mundo tiene esa capacidad, hay algunos que no lo consiguen, y su vida se convierte en una eterna guerra con el otro.. Volcando toda su rabia, indiferencia y complejos.. Ya que a veces por no saber gestionar las emociones, buscamos al culpable fácil.. Esa persona que está a nuestro lado incondicionalmente.. Pero precisamente por eso, la ves débil y te creces, la incluyes en sacos que no le pertenecen.. Le atribuyes ideas que no se corresponden a como en realidad es esa persona.. No ves más allá de tus ojos, de tu propio ego.. 
Ridiculizar a alguien por sus pensamientos, miedos o inseguridades no es algo por lo que sentirse orgulloso.. En gran medida, a veces, somos los culpables de que alguien esté en esa situación.. La empatia y saber escuchar es el principio del camino hacia el perdón, a uno mismo y a los demás...
Si nunca te has perdonado a tí mismo y no has sanado tus propias heridas, difícilmente puedes llegar a comprender a otros y liberarte de tu narcisismo.. No sé puede culpar y responsabilizar a otro por la batalla contra los demonios internos que tenemos cada uno de nosotros y no sabemos resolver..
Hay que aprender a perdonar, a sanar, a pasar página.. No todo es como nos lo muestran nuestros ojos.. Ya dicen que 4 ojos ven mejor que 2.. Y que dos mentes piensan más claramente que una.. 
No te cierres, todo cambia, y las personas también. El que no evoluciona es porque no quiere y prefiere lamentarse así mismo en su estancamiento.. 
La actitud de una persona a lo largo de un tiempo demuestra mucho.. Nadie es un matagatos por matar un gato.. Todos nos equivocamos, nadie es perfecto, y somos merecedores de una segunda oportunidad.. 
Rompamos con el narcisismo.. Sanémonos y ayudemos a sanar a los demás..
Qué mundo más bonito sería si viviéramos con el corazón y el alma abiertos a querer y que nos quieran, y no con los puños en alto esperando el momento para lanzar nuestra defensa.. Sin aprovecharse del momento bajo de otra persona, sino abrazándola y entendiéndola..
Qué bonito sería pedir perdón y perdonarse.. Así sin más, sin sentir que perdemos el orgullo y rompiendo nuestras barreras internas.. 
Confío en que algún día todo esto no sean sólamente palabras y se haga realidad.. 
De modo que, tanto que predicas.. A ver si aplicas...